Cuando hablamos de música, inmediatamente lo relacionamos con identidad de un pueblo. Desde lo tradicional y ancestral, hasta lo moderno y actual. Cada autor, compositor, arreglista e intérprete lleva en sus venas las raíces ecuatorianas; no obstante, para que cada artista pueda llegar a un público más amplio, se ha tornado cada vez más difícil, ya que, dependiendo del lugar de origen o residencia, las oportunidades cambian, y es aquí donde un Festival de la Canción juega un rol muy importante. Y es que no solo es un festival como lo llaman por ahí, sino que, se convierte en una vitrina hacia nuevos públicos y por ende, el desafío de lograr grandes éxitos a corto, mediano o largo plazo, ya que, en este tipo de certámenes, los artistas tiene el espacio para interpretar su música para un público con criterio y mucho más amplio, tener la experiencia y vivencias únicas, conectando con otros artistas, accediendo a difusión de medios y plataformas digitales, así como recibir mentorías y retroalimentación de profesionales de la industria musical ecuatoriana.
Sabemos, que el mayor temor y conflicto que atraviesan especialmente los artistas emergentes, es saber que sus creaciones y contenido será difícil hacer conocer de una manera amplia y masiva al público. Es aquí, que el Festival de música se convierte en un pilar fundamental, sirviendo como una plataforma de proyección para los nuevos talentos del país.
Un artista se consolida, con la exposición y demostración de su arte dentro de los escenarios, así como la presencia en los medios digitales y plataformas sociales. Es aquí, donde este tipo de eventos, abre las puertas de todos estos medios para que los artistas emergentes se les facilite su proyección artística.
El Festival Nacional de la Canción, promueve la creación, el talento y la diversificación musical. Un género musical abierto, da la oportunidad al artista para tener una amplitud a sus ideas y poder plasmar sus obras de acuerdo a sus objetivos. La fusión de géneros es una alternativa muy válida que muchos optan por trabajar.
La Industria Musical ecuatoriana, ha sido muy evolutiva donde todos y cada uno de los artistas buscan oportunidades para dar a conocer su música y así consolidar sus carreras. Por lo regular las canciones galardonadas o las más reconocidas tienen una mayor chance de poder generar una inversión dentro de una producción profesional mediante la grabación y masterización de sus obras es estudios profesionales. La producción audiovisual de sus obras también es un recurso que buscan las creaciones inéditas para poder posicionar sus canciones a un público amplio. En fin, siempre la presencia o participación como artistas dentro de un Festival de la canción, va a conllevar un sin número de beneficios, que a la postre, se verán compensados indudablemente, por un esfuerzo y dedicación al trabajo y pasión por la música.
Ramiro Espinosa.